"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

martes, 16 de julio de 2013

Cuba hasta pasado mañana con Juan Valdés Paz (1)

Imprimir artículo

Por Vicente Morín Aguado
 
 
HAVANA TIMES — Las palabras iniciales del profesor Juan Valdés Paz en su entrevista con HT fueron un ¡bombazo! “El actual liderazgo de la revolución cubana se habrá retirado de la escena histórica con un mínimo de gloria si logra promover un modelo económico viable y sustentable.”
HT: Profesor, acordamos hablar de la economía cubana, directamente hacia la política. Como dicen los ingleses, lo primero va primero: ¿Por qué existe la doble moneda que nos estrangula y traumatiza?
 
Juan Valdés Paz: Partimos de la crisis de los “Noventa”, cuando colapsa el socialismo en la URSS y Europa del Este. Cuba tenía una economía altamente centrada en los intercambios con los países del CAME, entre ellos muy especialmente  con la URSS. En este comercio exterior  las divisas internacionales jugaban un papel relativamente pequeño. El nuevo intercambio comercial que surge con la crisis precisa de divisas libremente convertibles. Había que promover medidas que facilitaran obtener moneda dura. Las medidas básicas fueron:
-          Eliminar la prohibición de poseer divisas a la población, estimulando las remesas familiares desde el exterior. Las remesas se reciben directamente por las personas y por tanto, demandan crear un mercado interno en divisas para captarlas parcialmente por el Estado, monopolizador del comercio interior. La consecuencia fue otro mercado y otra moneda.
-          Apertura al turismo- antes no deseada por sus inconvenientes políticos y sociales-  para obtener igualmente dinero duro directamente, además de inversiones extranjeras. Se imponía ofrecer precios similares a los de otros países donde la economía está dolarizada, es decir, la mayor parte del mundo. De nuevo se trata de un segundo mercado y de otra moneda.

HT: ¿Debemos creer en el turismo?

JVP: No obstante su acelerada expansión, el turismo es de enclave; el país no es turístico como tal. Siempre el turismo fue visto como algo contaminante, inconveniente. La apertura al turismo fue una medida emergente y precipitada, pero válida dada la situación y sus ventajas: el sol, las playas, la naturaleza, no cuestan; la tasa de inversión es más baja; estimula la inversión extranjera, menos riesgosa, con ganancias rápidas y en dinero constante y sonante. La pregunta es por qué esta estrategia de desarrollo no se realizó antes.
 
HT: En fin, entre las remesas y el turismo, nos mantenemos con la doble moneda: ¿Finalmente volveremos a la moneda única?
 
JVP: Hay un problema político con la actual tasa entre el CUC y el CUP.  El cambio oficial es de 24 CUP por 1 CUC; los salarios son en CUP, o sea todo lo contrario, 1/24  y los precios los impone el CUC; por tanto, la instauración de una moneda única tendrá que enfrentar la afectación de esa brecha, mediante una política de precios y de subsidios, cosa nada fácil en la actual situación de la economía cubana.
Portada del libro de Juan Valdés Paz
Portada del libro de Juan Valdés Paz
La expectativa de suprimir la doble moneda es un compromiso expreso del gobierno, además de obedecer a la lógica económica debido a las dificultades que genera. Para alcanzar la moneda única es necesaria una mayor recuperación de la economía pero como la supresión de la doble moneda es también condición de esa recuperación, nos encontramos en un escenario de ajuste y sus costos.
La economía actual, con crecimiento del PIB inferior al 4 %, salarios medios inferiores a 20 CUC, una creciente franja de pobreza, y bajo el impacto de la baja recuperación del sector agropecuario, no parece favorecer tal ajuste.
El Estado absorberá la mayor parte de ese ajuste y el Partido y el Gobierno buscarán el mayor consenso posible para la implantación de la moneda única, aún así son previsibles tensiones políticas alrededor de tal medida y el compás de espera por un escenario más favorable.
 
HT: Entonces seguiremos a paso de Jicotea: ¿Es un asunto de Fidel o de Raúl?
 
JVP: En nuestro socialismo creemos saber lo que tenemos que hacer, pero no siempre cómo hacerlo sin costos políticos. Esto explica el poco a poco, el gradualismo, estilo reiterado por Raúl. Quizás Fidel daba más relevancia a lo político y Raúl más a lo económico, pero después de la crisis de los noventa, la economía ha impuesto su prioridad.
 
HT: Mi pregunta vuelve a Fidel y Raúl. Yo creo que El Comandante, al final de su gobierno retrasó los cambios.
 
JVP: Cierto es decir que después de los noventa Fidel se muestra más tradicionalista, menos favorable a los cambios, admite los cambios a regañadientes. Busca o espera por una inserción internacional más favorable. Raúl es de tendencia más racional, orientado al orden y la organización, a la institucionalidad; el orden creado es el que debe dar las repuestas necesarias. Fidel improvisa, crea la maquinaria según la política que hace.
 
HT: Perdone la interrupción. Viene a mi mente el superministerio llamado Batalla de Ideas, desmantelado por Raúl al asumir la jefatura de estado:

JVP: Es el caso de un aparato paralelo, creado por la improvisación de Fidel.

HT: Yo insisto en que nos hable de las diferentes concepciones en cuanto a la economía, en especial el polémico asunto del mercado.

JVP: Cuba ha sido un caso extremo de estatización, de planificación total y de mínimo mercado. Fidel ha preferido y promovido un modelo económico con fuertes restricciones a las relaciones mercantiles, de mínimo mercado, y Raúl ha favorecido un mayor papel del mercado, pero ambos coinciden en el papel altamente regulador del Estado y en la planificación centralizada como componentes inseparables del modelo cubano. Es un asunto político definir que será mercantilizado, qué pasará por el mercado y que no pasará por el mercado.
Contrario a Fidel, Raúl ha favorecido un mayor papel del mercado, pero ambos coinciden en el papel altamente regulador del Estado y en la planificación centralizada como componentes inseparables del modelo cubano.
 
HT: Hasta ahora en Cuba la política va siempre por encima de la lógica económica.

JVP: Coincidimos Vicente, el modelo institucional cubano, altamente centralizado y vertical,  fue  diseñado sobre bases esencialmente políticas:
-          Escenario defensivo contra las agresiones y presiones del exterior.
-          Liderazgo histórico instituido.
-          Partido único dirigente.
-          Modelo de organización militar.
-          Un funcionariismo enorme, propenso a la centralización.
En el discurso actual, de Raúl, se habla de que el estado no debe administrar, no debe gestionar la economía, esta debe ser empresarial, pero en la práctica no se cumple, no se llega a una adecuada autonomía empresarial.
 
HT: La agenda está cargada con preguntas sobre la agricultura, Cuba después de Chávez, el llamado bloqueo, la nueva clase media… Antes de cerrar, le pido una clave de reflexión:
JVP: Uno debe preguntarse cómo evaluó el liderazgo histórico de la Revolución el derrumbe del socialismo en Europa. Cuáles fueron sus conclusiones sobre el asunto.
Continuará….
(*) Profesor titular de la Universidad de La Habana y del Instituto de Relaciones Raúl Roa García. Profesor de Sociología Agraria en  FLACSO. Investigador del Centro de estudios sobre America (CEA). Docente en USA, Brasil, México y España entre otros países. Autor de libros sobre La Transición Socialista en Cuba y Los procesos agrarios en Cuba.
Vicente Morín Aguado:  morfamily@correodecuba.cu
- See more at: http://www.havanatimes.org/sp/?p=88259#sthash.0DCWNNo9.dpuf

Ciencia para la equidad

Imprimir artículo
 
Al tomar decisiones en materia de conocimiento, ciencia, tecnología e innovación debe diferenciarse entre la “ciencia verdadera”, que conduce a la “equidad humana”, y la “ciencia superficial”, que lleva a “la justificación de la desigualdad”.
Por Francisco Figueredo                  
                        
La contemporaneidad ha marcado el devenir del conocimiento con una singular paradoja. Durante milenios los frutos del saber se generaron y utilizaron en función de la dinámica que imponía la necesidad de preservar la vida humana y mejorar las condiciones en que esta se desarrolló a lo largo de la historia. Hoy, muchos de sus resultados son privatizados, dado que los procesos de investigación se generan en instituciones académicas y científicas sujetas a las reglas del mercado, que determina también cómo este se reproduce, emplea y socializa.

Alimentarse, establecer comunicación, estar orientado, desplazarse en el medio, protegerse de otras especies y del clima, fueron los factores principales que condicionaron el conocimiento a través de todo nuestro devenir evolutivo. Se trataba entonces de un proceso de aprehensión cotidiana de saberes, nacida de la experiencia práctica de probar-errar-acertar, una y otra vez repetida, que respondía a necesidades vitales e involucraba a todos los que podían hacerlo, para juntos beneficiarse.

El hecho de que la especie Homo sapiens sobreviva y haya llegado a construir sofisticados artefactos y vencido enormes barreras, habla a favor del “rigor” de aquel conocimiento forjado por generaciones pretéritas y del modo colaborativo en que, en general, se obtuvo. Fue, sin lugar a dudas, “científico”, no por los criterios que impuso la denominada ciencia moderna occidental mucho tiempo después sino por las “virtudes resolutivas” que tuvo, y continúa teniendo en diversos contextos.

Varias enseñanzas pueden extraerse para nuestro país de la historia antigua de la cognición humana. Dos de ellas son de particular importancia en la actualidad. En primer lugar: los espacios donde pueden emerger ideas y conocimientos útiles para contribuir a la formulación y solución de problemas sociales son diversos. Las universidades e instituciones científicas se erigen como los “líderes”, sin discusión, pero hay otras fuentes generadoras de saber que no deben menospreciarse; por ejemplo, fábricas, escuelas, campos agrícolas, centros hospitalarios, incluso lugares circunstanciales o de traslación donde, de repente, puede emerger una idea para un artefacto dado y “cerrarse” el ciclo de comprensión de un determinado fenómeno en el que se ha venido pensando durante mucho tiempo.
Junto a ello, y es la segunda enseñanza, debe estimularse el trabajo transdisciplinario, ese en el que “todo el mundo cuenta”, no solo las disciplinas e interdisciplinas, por la contribución concreta en conocimiento a la solución de las metas y problemas actuales. Felizmente, nuestra historia avala ambas lecciones. Desde los orígenes del pensamiento revolucionario cubano Patria y ciencia están hermanadas. “Pensar es servir”. “Conocer es resolver. Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento es el único modo de librarlo de tiranías”, lo que solo es posible si se tiene en cuenta “la razón de todos en las cosas de todos, y no la razón universitaria de unos sobre la razón campestre de otros”, nos había enseñado José Martí.

Las oportunidades abiertas por el proceso de transformaciones que trajo consigo la Revolución cubana permitieron que millones de personas — y no únicamente las que obtuvieron una especialidad, una maestría o un doctorado—, aprendieran a pensar, de ahí que la toma de decisiones en materia de conocimiento, ciencia, tecnología e innovación debe ser muy razonada y tener en cuenta la diferencia que el propio Martí estableció, en uno de sus escritos, entre la “ciencia verdadera”, que conduce a la “equidad humana”, y la “ciencia superficial”, que lleva a “la justificación de la desigualdad”.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...